Cabalgaron en mi vientre,
cual indómitos
potrillos
llegando a mi seno,
desde el limbo.
Soñaba ansiosa,
tenerlos
conmigo,
tejiendo historias
en mis impulsos.
Y desnuda,
en el estanque
de mis anhelos,
llegaron a mis brazos
cogidos
de mis besos.
Se acunaron en mi pecho,
arrullados con mi canto
y el gozo
del alma mía,
de saberme de ellos.
De mi poemario Dulces Revelaciones ( Diciembre 2010 )
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