aprendí amarte,
y aún despierto
con aquel sabor eterno.
infinitos
instantes,
vibrando en mágica lluvia,
sobre el melódico vaivén
de tus olajes,
donde desnuda me bañas
en tu calmada orilla,
con tu blanca y virginal espuma....
Derechos Reservados.
Ma. Alejandra.
(Antologías)
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